Todos los trucos sobre cómo conservar la trufa
La trufa negra de Teruel es uno de los productos más exclusivos que existen hoy en día en nuestro mercado. Su delicadeza garantiza que nos encontramos con un alimento selecto y muy preciado que debe ser tratado como oro en paño, por eso hay que saber cómo conservarla tanto en invierno como en verano.
¿Cuándo hay que consumir la trufa negra?
El Túber Melanosporum es un producto perecedero, por lo que es idóneo consumirlo cuanto antes y así obtener todos los beneficios que contiene. No obstante, si se sabe conservar bien, podemos disfrutar de la trufa negra durante todo el año.
Nociones básicas sobre cómo conservar la trufa negra
- La trufa negra nunca se debe mantener a temperatura ambiente, pues existe riesgo de oxidación y su pérdida de aroma.
- Debe conservarse limpia, quitaremos la tierra de sus rugosidades con agua fría y un pequeño cepillo de cerdas suaves y secarla con papel de cocina.
- Es necesario quitar el envoltorio de la trufa para que pueda airearse.
- No hay que guardarla en recipientes de plástico.
- Si guardamos nuestra trufa en la nevera, podemos utilizar un recipiente de barro cubierto con un trapo húmedo.
Conservar la trufa en la nevera
Si quieres guardar tu trufa negra en la nevera para poder consumirla durante más días debes saber que no debe sobrepasar los 12 días en el frigorífico. Además hay que guardarla dentro de un recipiente de cristal a una temperatura que oscile entre los 2ºC y 4ºC. Si quieres que el tiempo de conservación sea mayor, puedes añadir arroz dentro del recipiente, así se absorberá la humedad. También es cierto, que la conservación en fresco puede variar en función de la trufa. Las trufas de verano, por ejemplo, aguantan en frío en la nevera más tiempo.
Conservar la trufa en el congelador
Otra forma de conservar la trufa negra y poder disfrutar de ella todo el año, es guardándola en el congelador. Si la envolvemos con papel film transparente y la congelamos, la trufa no pierde sus propiedades y puede aguantar hasta un año. Si se opta por esta manera de conservación es importante asegurarse de que la trufa “no respire”, pues así no pierde su característico aroma. A la hora de consumirla, deberemos retirar sólo la cantidad deseada, evitando que se descongele el resto del producto. Nosotros recomendamos rallarla sobre el plato que estemos cocinando, le dará el toque exclusivo que necesita y el resto del producto seguirá conservándose.
Esperamos que estos consejos sobre cómo conservar la trufa te hayan servido y así puedas disfrutar de este magnífico producto durante todo el año.