La trufa negra es un acompañamiento ideal para muchos platos. Seguro que cuando cerráis los ojos e imagináis una receta con trufa negra de Aragón pensáis en platos muy elaborados. Pues ¡no! Hay riquísimas recetas que podemos hacer en un tiempo récord y con el mejor de los sabores. ¿Quién se apunta a ponerlas a prueba?
Tosta con trufa
La tosta con trufa es la forma más natural y sabrosa de probar la trufa negra. Es una buena tapa, entrante o acompañamiento de diferentes platos.
INGREDIENTES:
- Hogaza de pan
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal laminada
- Trufa Negra
- Laminador
Para elaborarla os recomendamos pan de hogaza de masa madre porque así el plato ya será redondo. Cortamos el pan en rebanadas, añadimos un chorrito de aceite, laminamos la trufa, la colocamos encima de la rebanada, volvemos a regar con otro poco de aceite, espolvoreamos un poco de sal y tenemos una tapa para quitar el sentido.
Huevos fritos trufados
Los huevos realizan un perfecto maridaje con la trufa negra por eso siempre son una buena opción si queremos sorprender y no gastar mucho tiempo.
INGREDIENTES:
- 2 huevos
- Aceite de oliva extra
- Sal
- Trufa Negra
- Laminador de trufa
Si queréis rizar el rizo podéis trufar previamente los huevos. Para ello solo tenéis que meter seis huevos dentro de un recipiente hermético acompañados de una trufa negra y se deposita en la nevera durante 48 horas. El poro de la cáscara dejará penetrar el aroma de la trufa para que los huevos tomen su sabor.
Freímos los huevos en abundante aceite de oliva virgen extra y los colocamos sobre un plato caliente. Laminamos la trufa sobre los huevos y esperamos unos segundos a que cambie la textura con el calor del huevo y los rompemos con pan de hogaza para comenzar a degustar.
Este plato tiene varias variantes. Para los que no le gustan los huevos fritos puede hacerse igual sobre tortilla francesa. Y si queréis hacer más completa la receta siempre podéis añadirle una base de patatas fritas bajo los huevos fritos y ¡hacer una receta redonda!