Mikel Corcuera, crítico gastronómico y Premio Nacional de Gastronomía a la mejor labor periodística en 1999, le dedica una página a la trufa negra de Aragón en el diario Noticias de Gipuzkoa bajo el título “La joya de la corona aragonesa”.
El autor de la sección Gastroleku relata sus escapadas acompañado por el gastrónomo Eduardo Bueso a varios puntos de Aragón, donde se han dejado llevar por las bondades de las trufas negras aragonesas. Su recorrido gastronómico da comienzo en el restaurante Gayarre con motivo de las Jornadas de la Trufa, con la fórmula de Trufato y Trufar Selección. Participaron también en uno de los talleres sobre trufa negra en La Gastroteca de Cinegia.
Transcribimos parte del artículo de Mikel Corcuera. “Comenzamos visitando el reconocido restaurante Gayarre (muy cerca del aeropuerto de la capital del Ebro), donde se presentaron sus ya clásicas Jornadas de la trufa. De la mano y con la colaboración de la empresa turolense Trufar, el restaurante Gayarre ha ideado una propuesta diferente para disfrutar de este magnífico producto. Los clientes tendrán la opción de laminar la trufa en sus propios platos, diseñados por Leandro Casas y José Ignacio Acirón para tal fin, y todas las mesas estarán dispuestas con una trufa y un laminador. De este modo los comensales podrán llevarse a sus casas la trufa que les haya sobrado.
Esa misma tarde La Gastroteca de Cinegia, situada en el Mercado Gastronómico del mismo nombre ubicado en la Plaza de España de Zaragoza, fue el lugar elegido por la empresa Trufar Selección para realizar un taller de cocina a más de una veintena de profesionales aragoneses del sector. Durante más de dos horas los chefs intercambiaron opiniones con David García, el cocinero vinculado a la empresa, y Pascual Garcés, gerente de Trufar. También participó Eduardo Ramos, director comercial de Patatas Gómez quien con la marca Trufato es el distribuidor de los productos de Trufar.
Se elaboraron distintas opciones desde una patata trufada con huevo poché, a unas tostadas con aceite de oliva, pasando por embutidos y quesos, por supuesto, trufados. También una cerveza trufada que llamó mucho la atención”.