Descripción
Intensa, auténtica, única. Así es la trufa negra de Teruel.
La trufa negra de Teruel es garantía de trufa de calidad, cultivada en condiciones óptimas en los montes turolenses, bajo una tierra rica forjada por el frío y la humedad idónea para conferir a las trufas un aroma y un sabor inconfundibles.
Se trata de un producto de alto valor culinario que puede emplearse para trufar otros alimentos como los huevos o la mantequilla, o como complemento perfecto para carnes, pescados, pastas e incluso postres.
Conservación de la trufa
Aunque la época de recolección de la Tuber Melanosporum se extiende solo durante los meses de invierno, las trufas negras se pueden disfrutar a lo largo de todo el año.
La trufa negra fresca se mantiene en perfecto estado hasta dos semanas a tempertura de entre 0 y 4o C procurándole un mínimo cuidado y limpieza diarios, y se puede prolongar su conservación durante unos diez meses en el congelador.
Para congelar la trufa, es recomendable envolver cada unidad en papel de aluminio e introducirla en una bolsa de congelación. No es necesario descongelarla entera para su uso sino que se puede rallar directamente congelada sobre el plato que se esté preparando.
Para conocer más, visita nuestra página sobre la conservación y cuidado de la trufa.